El mejor barro de las canteras ubetenses, toma en nuestras
manos, ásperas del tiempo y el trabajo, la forma de la Santa de los más
necesitados: Santa Teresa de Calcuta, que será bendecida el próximo 26 de
Julio, festividad de Santa Ana, en la parroquia barcelonesa.
Nos supone una felicidad absoluta, el ver salir del horno árabe de nuestro Museo, esta obra destinada
a presidir la Capilla Medieval de la Parroquia de Santa Ana en Barcelona, junto
a la escultura que hiciésemos años atrás, de Monseñor Romero.
Merece la pena conocer la justificación de la presencia de la
Santa en esta Iglesia, en palabras de Mn Peio Sánchez, Rector de la Parroquia:
“En la parroquia de Santa Ana de Barcelona, teníamos la
exposición sobre la vida y la obra de Santa Teresa de Calcuta. En ella se
mostraba el alcance de su forma de vivir el Evangelio y de hacerlo realidad
entre los más pobres. En uno de los rincones del claustro medieval se había
ubicado una reproducción de su habitación con su camastro y una pequeña mesita.
Por aquellos días el frío en la ciudad hacía que muchas
personas que viven sin techo buscaran refugio y pasamos a abrir una parte de la
iglesia, para darles cobijo. Pronto eran casi cien las acogidas en la iglesia,
día y noche. En una de aquellas noches un joven que vivía desde hacía poco en
la calle, apareció por la mañana durmiendo en la cama de la reproducción de la
Madre Teresa. Algunos de los voluntarios le llamaron la atención, sin embargo
las Misioneras de la Caridad rápidamente afirmaron que eso es precisamente lo
que le hubiera agradado a la Santa.
Tras el paso de la exposición por Barcelona los pobres se
quedaron en la iglesia de Santa Ana aunque las imágenes y los testimonios de
Santa Teresa de Calcuta ya recorrían otras ciudades. Por ello decidimos
encargar a Paco y Pablo Tito una obra, una escultura de ella, que
permanentemente dejara constancia de su presencia en Barcelona.
Ya los escultores de Úbeda habían modelado para nuestra
iglesia, una representación de Oscar Romero, realizada con barro de los
distintos países latinoamericanos. La presencia de la estatua del Beato junto a
la Madre Teresa, supone la presencia de los grandes Santos de los pobres del
siglo XX y con ello culminamos una opción que no solo se encuentra en el barro
sino en la vida.
La Iglesia de Santa Ana permanece abierta a los pobres de
forma permanente desde entonces, como testimonio vivo del Evangelio.
“Bienaventurados los pobres porque vuestro es el Reino de Dios”. Que santa
Teresa de Calcuta y el Beato Óscar Romero rueguen por nosotros”.
Es también una inmensa gratitud, la que se adueña de las
emociones de estos dos alfareros, por la confianza depositada en nuestro
humilde hacer así como por el cariño
recibido.
Una parte de nosotros, estará ya siempre en Santa Ana.
¡Gracias!